Lo irreal puede convertirse en una incómoda verdad si un fotógrafo lo capta desde un ángulo incorrecto que parece sugerir algo que realmente no pasó. Estos días en Internet una de las noticias más calientes es el repaso de Obama al culo imponente de Mayara Tavares, una brasileña de 17 años que lucha por los derechos infantiles. El suceso sucedió durante la cumbre del G8, que se ha convertido en la más divertida de los últimos tiempos.
Algunos medios se han hecho eco de la foto y de la lasciva mirada de Obama, que ya ha despertado insultos racistas -como un terrible “dirty nigger”- de los ultras que no soportan que un negro se siente en la Casa Blanca.
Pero las apariencias engañan. La cadena ABC News ha demostrado con una cinta que Obama no miraba a la linda muchacha sino al suelo: sí, malpensados, su objetivo no era otro que ayudar a una delegada de su país a bajar un escalón. Curiosamente, lo que sí descubre el vídeo es que a quien se le caía la baba era a Sarkozy.
La mirada de Obama estaba en el sitio y el momento equivocado pero no se clavaba en el pandero como sugiere la fotografía. No siempre una imagen vale más que mil palabras.
Os dejo la foto y el vídeo y lo comprobáis por vosotros mismos.