lunes, 3 de agosto de 2009

La diplomacia de la cerveza


Barack Obama intentó zanjar la espinosa discusión sobre racismo policial en la que se embarrancó, y que ocupó a los medios de comunicación en los últimos días, compartiendo "unas cervecitas" en la Casa Blanca. Obama dijo que, tragos de por medio, mantuvo una conversación "amistosa" y "sincera" con los dos hombres que, además de él, estuvieron involucrados en una polémica. Sus invitados fueron Louis Gates, profesor de la Universidad de Harvard, y el sargento James Crowley, de la policía de Cambridge, Massachusetts.
Crowley arrestó a mediados de julio a Gates por "conducta desordenada" luego de que el oficial respondiera a una alerta de robo en la casa del académico. La detención reactivó la eterna polémica sobre el uso de "estereotipos raciales" en el trabajo policial.
El debate no es nuevo en la sociedad estadounidense, pero esta vez se amplificó por una inesperada, y para algunos torpe, intervención de Obama, quien calificó de "estúpida" la actuación del agente.
Lee aquí las crónicas de la reunión de la BBC y del New Jersey Journal

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