El ex presidente de EEUU, Jimmy Carter, dijo en voz alta lo que miles de estadounidenses piensan pero no se atreven a proclarmarlo en público: los que se manifiestan contra las políticas de Barack Obama tienen algo más en mente: su animadversión hacia el color de piel del actual mandatario. Dijo que las agrias protestas contra la reforma de salud propuesta por el presidente y las encendidas reuniones en los cabildos del país se deben en gran medida al hecho de que "Obama es un hombre negro". Carter se refirió a algunas marchas multitudinarias en las que se calificó a Obama de "tirano" y se le pedía que "devolviera el país a los estadounidenses".
"Ese tipo de cosas no son sólo un resultado casual de un debate sincero sobre si deberíamos tener o no un programa de salud nacional", declaró. Para el ex presidente demócrata y premio Nobel de la Paz, esos ataques "están basados en racismo". Lamentó que muchos estadounidenses aún piensen que un afroamericano no es capaz de liderar el país, algo que consideró "abominable".
Desde el mundo de las letras, Isabel Allende le da la razón. La escritora cree que EEUU sigue pagando aún el precio de "lo que fue la esclavitud" y todavía no se ha podido sacudir "esa culpa terrible". Por eso, considera "un milagro" la elección de Obama como presidente, porque el racismo que hay en el país "es brutal".
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