Obama bromea con el Papa
"Estoy seguro de que está habituado a que le hagan fotos. Yo también". Esa es el la broma que, un poco para romper el hielo, Barak Obama dirigió el pasado 10 de julio a Benedicto XVI en la biblioteca privada del Pontífice mientras decenas de cámaras de televisión y de fotógrafos tomaban imágenes del primer encuentro del nuevo presidente estadounidense con el Papa.
Tras concluir la cumbre del G8 en L'Aquila, Obama puso rumbo al Vaticano para un encuentro privado con Joseph Ratzinger. "Es un gran honor para mí, muchas gracias", le saludó.
El Pontífice, por su parte, se interesó por cómo había marchado la reunión del G-8. "Ha sido muy productiva. Y hemos decidido ayudar a los países pobres", respondía Obama en referencia a los 20.000 millones de euros que los 'ocho grandes' han decidido destinar en los próximos tres años a combatir el hambre en África.
El Papa le deseó mucha suerte y se despidió con un “Rezaré por usted”. Buena falta le hará porque una mano divina le vendría muy bien a Obama para cumplir todo lo prometido.
Como anécdota, Obama le regaló la estola (la banda de tela que forma parte de la vestimenta litúrgica que los sacerdotes llevan colgada del cuello cuando ejercen su ministerio) de John Neumann, uno de los pocos santos con que cuenta EEUU, una tierra de pecadores y de protestantes.